Queridos lectores:
Me dirijo a vosotros para haceros llegar unas respuestas dictadas por el V.M. Samael Aun Weor a la revista Abraxas Internacional. Estas respuestas corresponden al Nº 43 de dicha revista, que comprendía los meses de enero, febrero y marzo del año 1975.
He aquí, pues, la entrevista, la cual fue realizada por el Sr Fernando Villa Uribe y trata de esto:
«Discípulo: ¿Es cierto que el Sol está habitado?
Maestro: Es cierto. En el Sol habitan seres humanos como nosotros. Físicamente son muy parecidos. Pero la gran diferencia estriba en que los habitantes del Sol son perfectos.
D. ¿Perfectos?
M. Sí, ellos han logrado destruir los Egos o agregados psicológicos. Son seres que han terminado sus defectos y por eso son perfectos.
D: ¿Cómo puede hablar con tanta naturalidad sobre ellos?
M. Nosotros, los ocultistas, tenemos instrumentos maravillosos para la investigación de los Mundos Superiores. El cuerpo astral ─Eidolón─ nos permite viajar a otros mundos. Astralmente he viajado muchas veces al Sol. Por eso hablo de lo que conozco y no de lo que me imagino o haya observado en imperfectos aparatos mecánicos.
D: Entonces, por favor, descríbanos el Sol.
M. Gustosamente. Las gentes comunes y corrientes creen que el Sol es una inmensa bola de fuego, pero ese es un concepto medieval. Realmente se trata de un mundo gigantesco, muchos millones de veces más grande que el planeta Tierra. Posee vida mineral, vegetal, animal y, como le dije, humana. En el Sol existen elevadísimas montañas, profundos mares, cordilleras y polo sur y polo norte.
D: ¿Y la temperatura?
M. Aunque nos parezca increíble, en el Sol existen lugares cubiertos de nieve en donde podríamos morir de frío. También hay climas templados y cálidos.
D: ¿Cómo viven los habitantes del Sol?
M. Jamás viven en ciudades, lo considerarían absurdo. Habitan en el campo y solamente se aglutinan en pequeñas villas para realizar estudios e investigaciones.
D: ¿Qué investigaciones?
M. Sobre su propio mundo y lo que ocurre en otros mundos.
D: ¿Qué saben de nosotros?
M. Todo. Poseen unos gigantescos telescopios llamados «escobanos», con los que pueden observar nuestro planeta, las ciudades, las casas, sus habitantes y, más aún, su estado psicológico.
D: ¿Su estado psicológico?
M. Naturalmente. Todos los seres humanos poseemos un aura. De acuerdo con su color y brillantez se puede establecer el estado psicológico de cada individuo.
D: ¿Y por qué no han hecho contacto con seres terrestres?
M. Ya le dije, ellos son seres perfectos que han muerto en sí mismos, han destruido sus defectos y no están interesados en alternar con salvajes como nosotros, que no poseemos más que defectos.
D: ¿Qué cualidades tienen los solares?
M. Ellos han despertado la clarividencia, la clariaudiencia, la telepatía, el recuerdo de vidas anteriores y, en general, todos los sentidos internos que el hombre mantiene dormidos debido a sus imperfecciones.
D: Cómo pudo saber que ellos han despertado sus cualidades?
M. Muy sencillo, al viajar astralmente con mi Eidolón ─cuerpo astral─ al Sol, ellos han dialogado conmigo, lo que quiere decir muy claramente que han desarrollado sus sentidos ocultos, pues mientras yo estaba en cuerpo astral ellos se manifestaban en cuerpo físico.
D: ¿Entonces el Sol no es una bola de fuego, una masa ígnea?
M. Eso es lo que suponen los científicos y de ello han convencido a las gentes comunes y corrientes. Si esto fuera cierto, entre más cerca nos encontráramos del Sol mayor sería el calor, y sucede todo lo contrario, a mayor altura más frío. Es más, al salir de la atmósfera las temperaturas son hasta 120 grados bajo cero.
D: ¿A qué se debe el calor que sentimos del Sol?
M. El Sol posee inmensas minas de uranio, radio, cobalto y otros minerales que tienen unas radiaciones muy fuertes de energía atómica que, al llegar a la atmósfera terrestre, se descomponen en calor, color, luz y sonido. Es precisamente esa camada superior de la atmósfera terrestre la que se encarga de analizar y descomponer los rayos solares en calor, color, luz y sonido…».
Os dejo ahora, apreciados lectores, unas frases para la reflexión:
«Conocemos más los libros que las cosas, y el ser sabio consiste en saber cosas y no libros».
Balmes
«El sabio se acuerda de lo pasado, goza del presente y precave lo futuro».
Isócrates
«El más sabio es el que no sabe que lo es».
Boileau
«El primer paso hacia la sabiduría es liberarse de la necedad».
Horacio
LUX IN TENEBRIS LUCET.
─‘La luz brilla en las tinieblas’─.
KWEN KHAN KHU