Caros lectores:

Con enorme gusto me dirijo a todos vosotros para haceros llegar un mensaje acerca de:

¿QUÉ ES EN REALIDAD LO QUE HACE QUE LA PIEDRA FILOSOFAL ADQUIERA MÁS PODER DE PENETRACIÓN?

Es mucho lo que se ha escrito acerca de la capacidad metafísica que otorga al poseedor de la misma, cuando se habla o se escribe acerca de los poderes de la Piedra de los esplendores. Muchísima literatura ha circulado en nuestro mundo, desde la Edad Media hasta nuestros días, en torno a este tema tan interesante y a la vez controversial como viene a ser la Piedra Filosofal.

Está escrito por renombrados Maestros del arte alquímico que el ser humano puede realizar dicho magisterio ─léase: la fabricación de su Piedra Filosofal─ hasta siete veces, pero también está escrito que no es una obligación reincrudar, o realizar tamaña faena, siete veces. En nuestros estudios, nuestro bendito Patriarca, el V.M. Samael, nos advierte en nuestras prácticas avanzadas de este modo:

«El Ave Fénix de Heliópolis, cansada de vivir durante muchos miles o millones de años, resuelve incinerarse entre su nido, elaborado con maderas de sándalo, incienso y mirra.

Horrores espantosos para la sombra del Ave Fénix; siglos de mucho dolor. Ciclos de transmigraciones aguardan a los infelices que pierden al Ave Fénix.

Más allá del Séptimo Peligro podéis caer bajo maldición, no lo olvidéis. Yo soy el Guardián de los grandes Misterios de la Vida y de la Muerte.

 […]

¡Ay de los dioses que se lanzan al Abismo! Terribles son los ciclos o edades de las transmigraciones. Mejor es que no hagamos sufrir más a Horus.

La resurrección del Ave Fénix es poderosa, tú lo sabes. Cada vez que el Ave Fénix se levanta, cada vez que resucita de entre sus propias cenizas, es más poderosa, más gloriosa que antes.

No lo ignoramos, mas el precio es demasiado elevado; padecen los dioses y hacen padecer al Cristo íntimo.

 […]

Mucho he perdonado al pecador. A veces este ha sido juzgado por los Jueces de la Justicia Celestial, mas yo lo he perdonado.

Instantes ha habido en que me he alejado de los Tribunales para no ser pisoteada por los Señores de la Ley de la Katancia.

Me hace sufrir demasiado el hijo pecador».

Interesantes relatos que debemos comprender hondamente, amigos y amigas. Alcanzar la Piedra Filosofal es nada menos y nada más que lograr la encarnación del Cristo íntimo en la naturaleza metafísica del Adepto. Empero, cada vez que el Adepto reciba la gracia de llegar a tener la esperanza de encarnar a su Cristo íntimo ─esto es, reincrudar su Piedra bendita─, habrá antes de pagar ante los tribunales divinos impuestos altísimos que no son otra cosa que letras kármicas que ese Adepto ha venido acumulando desde que perdió su Piedra la última vez. Es indudable que, para colmo, a esos sufrimientos que padecerá el Adepto hay que sumar los dolores que tiene que soportar el Cristo íntimo, que habrá de vivir largo tiempo enfrentándose a los diez mil agregados que lleva en sus entrañas el alma del Iniciado. Esto es un trabajo dolorosísimo para el Señor interior, aunque se trate del mismo Señor de Perfecciones; esto hay que comprenderlo muy a fondo…..

En el Gnosticismo han existido personas que llegaron a creer que la fuerza de la Piedra Filosofal estriba en las Alquimias de horas que haya hecho un Iniciado en su vida. ¡Esto no es así!, y es bueno saberlo…

En realidad la grandiosidad de la Piedra Sagrada es un resultado de la reactivación de las diversas partes sagradas del Ser. Empero, para que esas partes den cada una su luz, es decir, se reactiven dentro del alma del Iniciado, antes hemos de pasar por fortísimos dolores morales, espantosas angustias, incertidumbres que no cesan durante la travesía iniciática, tribulaciones permanentes, gimnasios indescriptibles, soledades espantosas, etc., etc., etc.

Por ello, en las mismas prácticas avanzadas nos dice el Avatara lo siguiente:

«Morir es lo mejor, mas esto no sería posible sin la Serpiente de los Misterios Isíacos; solo ella, la Cobra Sagrada, la espantosa Víbora Divina, puede aniquilar a los Demonios Rojos de Seth».

Cuando recordamos los sufrimientos del mártir del Calvario ─léase: V.M. Aberamentho─, siempre nos quedamos estupefactos ante los padecimientos que, voluntariamente, quiso soportar este gran SER, y de allí, de esa capacidad para MORIR PSICOLÓGICAMENTE, es de donde él ha extraído el título que lo convierte en JEFE SUPREMO DE LA BLANCA HERMANDAD.

Por su parte, el gran Maestro Fulcanelli nos dice:

«Por tanto, hay que temer apresurarse demasiado con la vana esperanza de acortar el tiempo, a veces muy largo, sobrepasando la intensidad de fuego [léase: creyendo que muchísimas Alquimias hechas, inclusive sin refinamiento] requerida para el régimen del momento. Los autores antiguos aconsejan prudencia y ponen en guardia a los aprendices contra toda impaciencia perjudicial: precipitatio a diabolo, les dicen, pues tratando de alcanzar demasiado pronto la meta, no conseguirán más que quemar las flores del compuesto y provocarán la pérdida irremediable de la Gran Obra».

El mismo Maestro Fulcanelli, en un apartado de sus MORADAS FILOSOFALES, nos acota:

«Nuestro aprendiz ha de tener cuidado de nunca sobrepasar la séptima reiteración del arte, porque correrá gran peligro».

Todo lo antes descrito, querido lector, nos advierte, ciertamente, de que el trabajo en la Fragua de Vulcano o Forja de los Cíclopes tiene su ciencia y no se trata en ningún momento de algo mecánico que se pone en marcha automáticamente con el uso del Arcano A.Z.F. Esa ha sido la razón de muchísimos frustrados que, habiéndose allegado a la Gnosis, luego la abandonan porque quisieron recoger los frutos de un día para otro.

Os regalo ahora unas frases que resultarán bienvenidas al final de estas cuartillas:

«¿Qué razón tienen los ateos para decir que no se puede resucitar? ¿Qué es más difícil, nacer o resucitar? ¿Que sea lo que nunca fue, o que lo que ha sido sea de nuevo? ¿No es más difícil venir que volver? La costumbre hace fácil concebir el nacer, la falta de costumbre hace lo otro imposible. ¡Chabacana manera de juzgar!».
Pascal

«La paciencia es bien amarga, pero su fruto es muy dulce».
Rousseau

«Absurdo sería pedirle al cálculo lo que puede dar la abnegación».
Concepción Arenal

«Los males que no tienen fuerza para acabar la vida no la han de tener para acabar la paciencia».
Cervantes

NVTRI ETIAM RESPONSA FERVNTVR.
─‘Desentraña también los oráculos anunciados’─.
Kwen Khan Khu

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