Las Sagradas Partes del Ser
Las Sagradas Partes del Ser

El V.M. Kwen Khan Khu nos entrega esta nueva joya, largamente esperada, titulada Las sagradas partes del Ser. Se trata de una recopilación de textos del Avatara de Acuario ─V.M. Samael Aun Weor─ desgranando todos los pormenores de cada una de las fuerzas, poderes y sabidurías ─en definitiva fuegos─ que conforman a eso que llamamos Dios en el interior de cada uno de nosotros mismos.

Conocer nuestra anatomía psicológica y espiritual es algo realmente portentoso, solo al alcance de aquellos que llegan a hacerse uno con su intimidad eterna o estrella interior. En este libro tenemos la oportunidad que conocer esa realidad divina y, además, comprenderla a través de las explicaciones que el lector encontrará en estas páginas imprescindibles para el buscador de la Verdad ─el Ser mismo─.

El SER ya fue definido desde hace siglos por la filosofía como ese algo trascendente y eterno que palpita en las entrañas anímicas de todo ser humano.

La búsqueda del SER fue el fundamento de las antiguas escuelas que, hace muchos milenios, se dedicaban a descifrar los misterios que envolvían a esa energía sagrada. Tal fue la causa de la existencia de los misterios Órficos y Eleusinos en Grecia, los misterios Osirianos en el antiguo Egipto de los faraones, los misterios de Ormuz en la antigua Mesopotamia, los misterios de Viracocha en el alto Perú, de Quetzalcóatl en el México precolombino, de Kukulkán entre los Mayas de Mesoamérica, etc., etc., etc.

Tales misterios iban encaminados a lograr que los neófitos que los practicaban fueran creciendo anímicamente hasta hacer contacto con esa Realidad Interior subyacente en las profundidades del ente humano. Cuando esto se conseguía entonces se alcanzaba la llamada Autorrealización del SER.

Esta era la causa secreta por la cual los griegos habían escrito en el frontispicio del templo de Delfos aquella frase que se ha seguido repitiendo en el tiempo: Homo Nosce te ipsum, ‘Hombre, conócete a ti mismo’…

Con el pasar de los milenios estos misterios se perdieron, pero la llegada del Kabir de Galilea –V.M. Aberamentho– hizo renacer los mismos a través de su doctrina original que nuestro mundo conoció con el nombre de Cristianismo. Jesús de Nazaret los comunicó en secreto a sus doce apóstoles o discípulos más cercanos. Así nacía entonces la Gnosis.

En el siglo XX, el místico más exaltado de entonces: V.M. Samael Aun Weor, los ha puesto nuevamente a disposición de la humanidad para que el que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que oiga…, porque aquí hay sabiduría… Ese es el motivo de la presente obra bautizada con el nombre de Las sagradas partes del Ser…..

«El Ser, en sí mismo, no puede ser esquematizado ni diagramado, no se puede hacer un diagrama: es como un ejército de niños inocentes. Eso es el Ser y hay que saberlo entender.

Llegar a entrar en contacto con las Veinticuatro Emanaciones no es tan fácil. Quien quiera tener buenas relaciones con todas las partes de su Ser, ya sea con las Veinticuatro, o con las Doce, o con las Siete, etc., tiene, antes que todo, que haber desintegrado el Ego, porque el Ego no es admitido en las regiones superiores del Ser».

–Extracto de una cátedra dictada por el V.M. Samael Aun Weor, padre del Gnosticismo contemporáneo–.
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