Pocas veces se ha entregado a la humanidad una obra en la que se explique a fondo la realidad o mentira de los llamados «Platillos Voladores». Estos aparatos propulsados por energías desconocidas para nuestra humanidad, no dejan de crear desconcierto en el mundo científico, filosófico, teológico, antropológico, sociológico y hasta cinematográfico de nuestros días.
Existen, como siempre que aparece un fenómeno desconocido por la inmensa mayoría de los seres humanos de nuestro mundo, un sinfín de hipótesis, algunas de las cuales rayan en lo descabellado o desproporcionado. Empero, esto no es óbice para que las gentes se sigan preguntando, una y mil veces, cuál es el fondo real de lo que se esconde detrás de estos objetos voladores no identificados también llamados Ovnis.
Para llegar a entender y comprender a fondo este tema, es necesario recurrir a un «conocimiento revelador», que el mundo ha conocido desde hace milenios, y tal conocimiento no es otro que la Gnosis. Y para poseer este conocimiento, asimilarlo y hacerlo una realidad dentro de nosotros mismos, es necesario vivir en nuestra existencia una transformación radical que nos lleve hacia eso que llamamos EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA.
La Conciencia es una facultad de la psiquis que nos hace capaces de investigar, en forma directa, las causas últimas de todo fenómeno físico, psíquico o anímico. Afortunadamente, en plenos siglos XX y XXI, la Gnosis ha vuelto a reaparecer de la mano de un hombre que ha logrado el ansiado despertar enunciado por la eterna Filosofía.
Ese hombre tiene un nombre, amigo lector, y se llama: Samael Aun Weor, autor del presente tratado, que ha conseguido escrutar el mundo de lo desconocido y traerlo hasta nosotros, perfectamente explicado, de manera didáctica y dialéctica, para concedernos el privilegio de desentrañar las innúmeras incógnitas que rodean a nuestra existencia.
Con esta obra, la Gnosis Samaeliana da un paso más hacia adelante y, en esta ocasión, para develarnos, de manera simple y sencilla, quiénes son esos seres que se mueven por entre el espacio interestelar retando a todas las leyes gravitatorias y espaciales en general, y explicarnos asimismo qué mueve a estas humanidades a visitar nuestro hábitat llamado Tierra.
Finalmente, solo nos resta recordarte, buen lector, que «la gloria de Dios consiste en ocultar sus secretos y la del hombre en develarlos»… Esa es la intención de este mensaje que hemos titulado, para beneplácito de todos: LAS NAVES CÓSMICAS y LOS PLATILLOS VOLADORES.
Kwen Khan Khu