La Virgen de la rueca

Muy amados lectores/as:

Me dirijo a todos/as vosotros/as en la ocasión de haceros llegar un comentario esotérico acerca de esta obra trascendental del V.M. Leonardo da Vinci titulada…

…LA VIRGEN DE LA RUECA

La Virgen de la rueca, Leonardo da Vinci

Antes que nada, amigos y amigas, es necesario saber que el tema de la Divina Madre o Stella Maris era algo que inspiraba profundamente la mentalidad y el corazón del gran artista Leonardo.

Algunos estudiosos de este gran maestro del arte han considerado lo siguiente:

«La imagen diseñada por Leonardo representa a la Virgen María con el niño Jesús, que mira con nostalgia a una rueca que la Virgen está usando para hilar. La rueca sirve como un símbolo tanto del carácter doméstico de María como de la cruz en la que Cristo fue crucificado, y quizá también recuerda a las Moiras o Parcas, representadas tradicionalmente en la mitología como hilanderas.

El objeto sostenido por el niño tiene dos palos horizontales, uno en la parte superior y uno en la parte inferior donde el niño lo sostiene. Tal objeto antiguamente era utilizado para recoger el hilo de algodón, por lo cual la pintura recibió el nombre de La Virgen de la rueca; pero a la vez el objeto se convierte en una Cruz que indica maravillosamente hacia la parte de las montañas rocosas del fondo».

Empero, más allá de todas estas especulaciones mentales es necesario ver el mensaje que ocultamente el V.M. Leonardo quiso legar a la humanidad para la posteridad. Por ello, hemos de enfatizar que las montañas que se ven al fondo de esta obra pictórica simbolizan las altas cumbres relacionadas con la determinación de haber tomado la Vía Seca o Vía Directa sobre la cual nos habla profundamente el Ars Magna o Arte Alquímico.

El niño Cristo que vemos en este lienzo tiene entre sus manos una cruz pequeña que a su vez está ligada, en su estructura, a lo que llamamos rueca, para indicarnos que el destino del V.M. Aberamentho estaba ya predeterminado desde las alturas. Es por ello que este niño obedece a la orden señalada por el Theomegalogos para entregar a la humanidad todo lo que significa la Gran Obra interior….. Y ese fue el tema central de la terrible pasión que le tocó vivir físicamente al V.M. Aberamentho.

Importante resulta, caro lector, saber que la rueca estuvo, asimismo, asociada a la muerte que, gnósticamente, representa a la parca milenaria encargada de sacarnos de este mundo ilusorio.

En el fondo de esta pintura el artista dejó entrever, además de la Vía Seca mostrada por las montañas, la Vía Húmeda, que está señalada por un río que discurre serpenteando sobre la tierra. Esto lo podemos apreciar al lado derecho de la Virgen. El gran Maestro Leonardo tuvo siempre presentes las dos formas de trillar el Camino Secreto.

Por otra parte, bueno es indicar que esta obra pictórica nos advierte de que el Cristo íntimo, desde su nacimiento en el corazón del Hombre Solar, tiene muy claro cuál será su papel en lo tocante a la liberación de dicho hombre. El Cristo íntimo conoce perfectamente los exteriores de los exteriores y los interiores de los interiores, tal como nos lo expresa el V.M. Samael Aun Weor en su obra póstuma la Pistis Sophia develada.

El cabello de María hace trenzas, y esto en Alquimia simboliza los cruces incesantes de Azufre y Mercurio en la anatomía oculta del Adepto.

También podemos observar que en este lienzo da Vinci mostró a Devi-Kundalini con un velo que le cubre parte de su cabeza hasta el entrecejo. Ese es el velo de Isis, de quien se dice que es aquella a quien ningún mortal ha levantado el velo.

Igualmente, la vestidura de la bendita Ram-IO está compuesta por una especie de camiseta negra ─fúnebre─ y el resto de su cuerpo está arropado por una túnica de azul cielo para indicarnos que Dios Madre es la Reina de las Alturas.

Importante es saber que el Maestro Leonardo conocía perfectamente las mitologías y los cuentos de carácter esotérico. Por tanto, el hecho de que la pequeña cruz que agarra el niño Cristo sea, en el fondo, asimismo, parte de una rueca es para relacionarnos con el cuento de La Bella Durmiente. Todos sabemos que la Bella Durmiente entró en un sueño a raíz de que el aguijón de la rueca ─léase: la lujuria─ entró en sus dedos. A partir de aquel momento resultó imposible despertarla de aquel sopor. Sin embargo, una leyenda hablaba de que solamente podría ser despertada por un príncipe que la besara. Este príncipe ha de entenderse como el Buddhi de cada uno de nos. Empero, cualquier parte autoconsciente y autónoma de nuestro SER solamente se pondrá en acción si el Cristo íntimo se lo ordena. Finalmente, aquel príncipe la besó y ella despertó de aquel profundo sueño. Obviamente, gracias al AMOR DE LA MUERTE HERMANO, es posible reducir a polvareda cósmica a nuestros agregados infernales que mantienen nuestra psiquis adormecida desde hace milenios. La Bella durmiente es nuestra Esencia que perdió su inocencia y su pureza cuando el aguijón de la lujuria la hirió.

Así pues, hemos de comprender que el Cristo íntimo, a medida que va creciendo dentro del ser humano, va sacando a este último de su letargo egoico hasta que, finalmente, consigue la libertad divinal. Esta es la razón por la cual el niño Cristo de esta pintura señala con uno de sus dedos al poder de la cruz, pues en el cruce del lingam-yoni está la clave para abandonar el sueño milenario que tiene atrapada a nuestra alma. Este es el misterio gnóstico del Gran Arcanum.

Hemos de considerar, asimismo, que la rueca, en este caso, alude asimismo a la rueda del Samsara, de la cual son prisioneras las almas. Y, gracias a la Gnosis, el Cristo íntimo, mediante su vía crucis, nos libera de dicha rueda para entrar en el reino de la eternidad.

He aquí, pues, paciente lector, el misterio que está oculto en esta grandiosa obra del arte regio.

NON PLUS ULTRA.
─‘Nada por encima de esto’─.

QUE LAS BENDICIONES DEL TODOPODEROSO OS ACOMPAÑEN A LO LARGO DE VUESTRAS VIDAS.

Fraternalmente,
KWEN KHAN KHU

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