Queridos amigos:
Os escribo para enviaros un mensaje doctrinario acerca de:
LA ESTRATEGIA DEL YO Y DE LA BESTIA CONTRA NOSOTROS
En la aventura que nos lleva, mediante la Gnosis, a la búsqueda de la eliminación del Yo pluralizado que cargamos dentro y de su madre, aquella a la cual llamamos LA BESTIA y que kabalísticamente señalamos con el número 666, resulta importantísimo nunca menospreciar los movimientos de tales fuerzas malignas en esta dura batalla a la que nos enfrentamos.
El Yo es una suma de ayeres ─nos dice nuestro Patriarca─, un largo temario de muchos tomos que, desgraciadamente, se nos va presentando en nuestras vidas merced a las Leyes de Retorno y de Recurrencia. Esto es ya sabido por todos vosotros. No obstante, mis caros/as lectores/as, aunque lo sabemos, desgraciadamente en muchas ocasiones vemos ir cayendo, a la vera del camino, a muchos compañeros por haberse permitido EL OLVIDO DE SÍ MISMOS en un momento cualquiera. Es similar todo esto al enfrentamiento que Perseo hizo con la Medusa según la mitología griega. A varios compañeros del héroe griego Medusa los logró mirar a los ojos y, una vez alcanzados por la mirada de la Gorgona, quedaban petrificados y morían instantáneamente. Esto de quedarse petrificados es muy interesante, pues significaba que la fuerza de la BESTIA nos lleva directamente a lo que llamamos en Gnosis INVOLUCIÓN. Solo Perseo, usando el escudo que le había regalado su Padre ─Zeus, el Real Ser─, logró acercarse a semejante monstruosidad y decapitar a la misma. Dicho escudo es lo que llamaríamos en Gnosticismo LA PRUDENCIA. Está comprobado que en este Camino Hermético aquel que no sea PRUDENTE fracasará irremediablemente…..
No podemos ni debemos jamás FIARNOS de nosotros mismos, pues solamente estaremos seguros el día en que nuestro Real Ser se establezca en el AIN SOPH de la Kábala y se digne llevarnos con Él. Mientras no estemos allí siempre correremos peligro, pues andaremos en el terreno de la RELATIVIDAD, es decir, estaremos más o menos a salvo de una caída, pero no del todo porque siempre hay peligros que nos acechan por dentro y por fuera.
Conocí a un Dhyani-Bodhisattva que, estando caído, comenzó a levantarse del lodo de la tierra y hasta consiguió llegar a la Quinta Iniciación de MISTERIOS MAYORES, en otras palabras, conquistó las CINCO SERPIENTES DE FUEGO de las que nos habla la ciencia del Tantra en nuestros estudios. Un día cualquiera, aquel Dhyani-Bodhisattva se encontró con una RECURRENCIA femenina y, misteriosamente, aquel Dhyani-Bodhisattva se dejó atrapar por la misma y cayó sexualmente, perdiendo entonces aquellos valores que había conquistado. Como quiera que se trataba de un Dhyani-Bodhisattva y, por lo tanto, era conocedor del camino, inmediatamente LA GRAN LEY decidió juzgarlo para aplicarle la sanción que obviamente merecía. La sanción que decidieron tomar los Arcontes del Destino fue muy drástica: decidieron enviarlo al abismo y desencarnarlo. Aquel Dhyani-Bodhisattva recibió la noticia en los mundos internos y, ante semejante situación, se apresuró a presentarse ante el PALACIO DE LA GRAN LEY, ante el TRIBUNAL DEL KARMA. Empero, a pesar de que aquel Dhyani-Bodhisattva suplicó, rogó, imploró el perdón por aquella falta cometida, los Leones de la Gran Ley permanecieron inmutables y todo aquello se tornó, indudablemente, UN PANORAMA ESPANTOSO para aquel Dhyani-Bodhisattva.
Delante de aquellas circunstancias, el Dhyani-Bodhisattva apeló entonces a la misericordia del V.M. Aberamentho y le rogó que abogase ante la GRAN LEY por su alma, comprometiéndose a LUCHAR DESPIADADAMENTE contra sí mismo para poder recomenzar su camino interior e integrarse más adelante con su Real Ser. Así las cosas, el bendito Jefe Supremo de la Blanca Hermandad ─léase: el Gran Kabir de Galilea─ comprometió a su mismísima persona ante los Señores del Destino y pidió clemencia para el Dhyani-Bodhisattva. La respuesta de los Señores del Karma fue: «¡Muy bien, aceptamos tu propuesta, pero te aclaramos de una vez: si el Dhyani-Bodhisattva no cumple con lo pactado y fracasa, tanto él como tu propia persona seréis enviados al tartarus!!!», terribles palabras, amigos y amigas, terribles…….
A partir de aquel día, dicho Dhyani-Bodhisattva se tomó MUCHÍSIMO MÁS EN SERIO el asunto de MORIR EN SÍ MISMO y se dedicó, a lo largo de su vida, a desintegrar absolutamente, no solo el Yo, sino también su madre, la Bestia.
Todas estas cosas, queridos lectores, nos muestran, nos señalan, nos indican claramente que el Camino Hermético, ciertamente, es espinoso, doloroso, angosto, estrecho y lleno de peligros por dentro y por fuera. Quien no quiera entender y comprender esto que aquí señalamos tiene muchísimas probabilidades de perderse en el mismo, quedar confundido y acabar fuera del mismo en un momento cualquiera.
Un Dhyani-Bodhisattva no es similar a un simple Bodhisattva, no. En el caso de los Dhyani-Bodhisattvas hay mucha más responsabilidad ante la GRAN LEY, pues ellos ya han vivido el camino en otros Maha-Manvantaras y conocen los peligros, riesgos y dificultades que entraña el mismo. Por lo tanto no son ingenuos y saben perfectamente a lo que se enfrentan, esta es la Ley.
En el mundo humano, tridimensional, los códigos de las leyes dicen: «¡¡La ignorancia de una ley no es excusa para su incumplimiento!!», todo lo cual significa que si cometemos un delito cualquiera que ya está especificado en el código penal, aunque nosotros no conozcamos las leyes que penalizan dicho delito, eso no nos excusa de que seamos llevados ante los tribunales terrenales y seamos juzgados y posteriormente se nos aplique una sanción determinada por la misma ley. Si esto sucede con las cosas terrenales, pues ¿qué podemos pensar de las leyes divinas, que son aún más exigentes?
El reino de los cielos tiene sus propias leyes y, ciertamente, la GRAN LEY SUPERIOR no tiene un ápice de corrupción, como suele suceder muchas veces con la ley terrenal.
Así pues, pacientes lectores/as, os incito a PERSEVERAR FUERTEMENTE EN LA AUTOBSERVACIÓN para no caer en tentación. Esto es lo que nos recuerda la oración del Señor ─el Padrenuestro─ en su parte final. Esta jornada, estimados lectores, es sumamente fatigosa y se requiere por eso UNA ENORME PACIENCIA y una AUTOVIGILANCIA a cada instante para no errar en nuestros pasos…
Concluyo este mensaje, como siempre, dejándoos unas frases para vuestra reflexión:
«Una promesa es una letra de cambio que giramos contra nuestro porvenir».
Hebbel
«Hay quienes se parecen a un cheque de un millón de dólares contra un banco en quiebra. Prometen mucho y no es posible obtener nada de ellos».
Orison Sweet Marden
«Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores».
La Rochefoucauld
«Quien promete con mucha ligereza se va arrepintiendo despacio».
Alonso de Ercilla
CVSTOS RERVM PRVDENTIA.
─‘La prudencia es la guardiana de las cosas’─.
KWEN KHAN KHU