Nuevamente, la pluma del Padre del Gnosticismo contemporáneo, V.M. Samael Aun Weor, nos sorprende en el mundo de la metafísica y de la filosofía en sí misma, mediante la aparición de este hermoso tratado que lleva por nombre ÉTICA Y SOCIOLOGÍA GNÓSTICA.
La ética es uno de los pilares de la filosofía de siempre, pero no ha quedado del todo bien definida debido a la llegada, entre otras cosas, del materialismo dialéctico, del materialismo histórico y, en general, del Marxismo-Leninismo.
Los filósofos, a la hora de querer ahondar en los postulados éticos, caen en la tentación de querer jugar con el raciocinio y, mediante planteamientos de la lógica formal, pretenden hacer una visión de los problemas del mundo, partiendo de la ecuación que suma la tesis a la antítesis para buscar una síntesis; todo lo cual no siempre refleja la verdad de las cosas y de las situaciones del ser humano.
En esta obra, el autor va más allá de la lógica formal para presentarnos, mediante el tercer canon del pensamiento, la lógica superior –relacionada con el ejercicio de la consciencia elevada a sus más altas cotas de funcionamiento–, la visión real en torno a los problemas humanos y la solución radical de los mismos.
Por otra parte, el lector encontrará en estas doradas páginas un auténtico análisis sociológico, hecho a la luz de las verdades eternas, todo lo cual contribuye a dilucidar, no solamente el problema en sí de la existencia, sino además a buscar las vías de comprensión para que cada criatura de nuestro mundo alcance la dignidad y la grandeza a las cuales tiene derecho como parte de la creación.
Ciertamente, ÉTICA Y SOCIOLOGÍA GNÓSTICA ofrece al lector ávido de conocimientos reales y prácticos, un compendio extraordinario de respuestas evidentes a las grandes interrogantes sociales de nuestro tiempo.
Si «Gnosis» quiere decir «conocimiento revelador», esta obra es la prueba de ello, y hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos.
Loor a la sabiduría de los hombres despiertos que, como Samael Aun Weor, disipan las tinieblas que ensombrecen el templo de la Verdad para que ella siempre resplandezca per sécula seculórum.
Lux in Tenebris Lucet
(La Luz resplandece en las tinieblas)
