Discernir sobre los arquetipos eternos de índole cristiana es una tarea apasionante, tanto para los estudiosos e investigadores de estas minucias como para las almas anhelantes de acercarse a las fuerzas divinales mediante la experiencia mística directa.
Sí, amigo lector, esta obra que se adentra en los misterios de eso que ha sido llamado Espíritu Santo por los devotos de la cristiandad, contiene en sí misma explicaciones de índole trascendental, relativas al fondo mismo de esa parte de la llamada Santísima Trinidad, que, lamentablemente, hoy en día ha pasado a ser dogma de fe por la clerecía católica.
El Gnosticismo, como fuente de revelaciones a través de los siglos, tiene respuestas para las incógnitas que las religiones fracasadas no son capaces de descifrar. El padre de la Gnosis contemporánea, V.M. Samael Aun Weor, ha entregado a la humanidad actual un cuerpo de doctrina que muestra, sin tapujos, la cruda realidad que envuelve a tales misterios ontológicos y teológicos.
Por ello, nuestro amable lector encontrará en estas páginas muchas afirmaciones basadas en estudios realizados con un instrumento maravilloso que, desgraciadamente, la inmensa mayoría de la humanidad no utiliza y hasta desconoce. Nos referimos, sin duda alguna, a la Conciencia. Mediante el despertar de la Conciencia, el ser humano puede vivenciar directamente todo aquello que constituye el Corpus Hermeticum de las doctrinas religiosas, cualesquiera que fuesen. Y de este modo comprender los peldaños necesarios para conseguir el famoso religare predicado por los diversos credos de nuestro mundo.
Todo lo concerniente a los milagros y maravillas obradas por el llamado Espíritu Santo de la fe cristiana, tienen en este compendio formidables explicaciones fácilmente accesibles al intelecto de toda persona llena de entusiasmo místico.
Ahora, caro lector, está en tus manos el emprender el viaje hacia la Gran Luz e integrarte con ella, o mirar hacia otro lado y continuar entre las sombras de la ignorancia.
Finalmente, nosotros te decimos con Horacio, el poeta griego:
«El primer paso hacia la sabiduría es liberarse de la necedad».
Oremus.
«La comprensión en sí misma no pertenece a la mente, es una propiedad exclusiva del Tercer Logos, del Señor Shiva, de Binah –el Gran Sephiroth, uno de los tres Sephiroth supremos–, del Espíritu Santo».
–Samael Aun Weor–