El Dios Baco, Leonardo da Vinci

Muy amados lectores/as:

Continuando nuestra investigación sobre la trayectoria del excelente pintor Leonardo da Vinci, hoy os hago llegar algunas cosas interesantes sobre…

…EL DIOS BACO DE LEONARDO

El Dios Baco, Leonardo da Vinci

Para comenzar diremos que en la presente obra pictórica, el eminente Leonardo quiso mostrarnos varios detalles sobre el Dios Baco romano, que era equivalente al Dios PAN de los griegos.

Ambas divinidades las relacionaban los antiguos con el vino y, asimismo, con la embriaguez, la danza, etc., sobre todo aquellas danzas que guardaban relación con los misterios sexuales. Recordemos a las bacantes de los ritos en los cuales se veneraba justamente al Señor del Vino, vale decir: BACO.

Empero, gracias a la Gnosis nos es fácil identificar a esta divinidad con la sombra de nuestro Cristo íntimo, es decir, con LUCIFER.

La Gnosis milenaria siempre ha sabido que LUCIFER es una parte autónoma y autoconsciente muy sagrada de nuestro propio SER. El V.M. Samael nos ha enfatizado mil veces que sin el auxilio de nuestro Lucifer íntimo resulta más que imposible realizar la Gran Obra interior, es decir, autorrealizarnos.

BACO, O LUCIFER, nos da el impulso erótico que nos permite transmutar nuestro Mercurio secreto en luz. Sin el impulso eléctrico luciférico no se puede realizar el Sahaja Maithuna, o lo que es lo mismo, no podemos practicar el sagrado Arcano A.Z.F. Escritos gnósticos antiquísimos enfatizan la idea de que LUCIFER es, por ello, el ministro del Altísimo y no estaban equivocados. Hoy, mediante el Gnosticismo contemporáneo samaeliano, podemos captar estas precisiones teológicas que fueron rechazadas por aquellos antiguos cristianos que quisieron modificar las enseñanzas del Gran Kabir de Galilea ─V.M. Aberamentho─ y que finalmente constituyeron lo que hoy conocemos como iglesia católica

Obviamente que nuestro Lucifer íntimo, mientras no hayamos desintegrado el EGO, será una criatura que no guarda precisamente la belleza de este otro que vemos en este óleo. Al contrario, los alquimistas lo representaron crudamente como el Bafometo o Baphomet, una criatura con patas, cuernos y cabeza de macho cabrío que era necesario purificar. La forma de purificarlo era, justamente, utilizando el fuego que mostraba entre sus dos cuernos, el cual pondría en acción a la estrella de cinco puntas que resplandecía en su frente ─léase: el SER─. Solamente, amigos y amigas, se puede purificar al Lucifer íntimo mediante la muerte del Yo y la sublimación de nuestras secreciones sexuales durante la práctica del sagrado Arcanum.

El día que purifiquemos a nuestro BACO INTERIOR entonces él nos entregará las llaves de los cielos y de la tierra, pues se convierte en portavoz del Inmutable, nuestro Padre que está en secreto. El clero católico cometió un gravísimo error al anatemizar al doble del Cristo íntimo, lanzándole toda clase de improperios, a la par que siempre lo asociaban y lo siguen asociando con Satán, cosa absolutamente errónea. Hemos de decir que el BACO que nos muestra el Maestro Leonardo es la representación del Baphometo ya blanqueado merced al trabajo interior, individual, particular, poniendo en acción a los tres factores de la Revolución de la Conciencia. Los antiguos ritos cristianos mencionaban al Gran Kabir ─V.M. Aberamentho─ como CHRESTOS LUCIFER.

Tal es el motivo por el cual el genial pintor lo ha representado como un joven muy apuesto, llevando en su mano izquierda un báculo que señala con su mano derecha. Esta, a su vez, apunta indirectamente también hacia arriba.

Interesante es ver a Baco con su mano izquierda apuntando hacia abajo. Este juego de las manos nos está diciendo: conmigo ─léase: con Lucifer─ te vas para arriba ─léase: hacia los cielos de Conciencia─ o te vas para abajo ─para los infiernos o infradimensiones de la naturaleza─, tal como nos explica el V.M. Samael Aun Weor en su obra Sí hay infierno, sí hay Diablo, sí hay Karma. Por ello, el V.M. Dante Alighieri bajó a los infiernos usando la espalda de Lucifer y ascendió luego al Reino de la Luz usando nuevamente la espina dorsal de Lucifer como escalera para subir. Ese es el doble filo de la energía sexual: si la transmutamos nos convertimos en seres de luz; si la perdemos en fornicaciones, masturbaciones, etc., etc., etc., nos hacemos demonios.

El Báculo de esta divinidad simboliza a la espina dorsal del conocedor del Camino Hermético, pues en ella se va reflejando nuestro avance anímico. Bueno es recalcar que en la parte final de este báculo ─en la parte inferior del mismo─ se halla un racimo de uvas, alegoría de la simiente con la que se elabora el vino. Vale la pena acotar en este parágrafo que en la parte superior del báculo se observan capullos, dándonos a entender que el trabajo en la Forja de Vulcano, bien hecho, tarde o temprano dará sus frutos.

Interesante resulta también percibir ─aunque no es fácil─ una corona de pámpanos sobre la cabeza del Dios Baco. Por otra parte el hecho de ver a esta divinidad cubierta con una piel de pantera nos está hablando del símbolo mismo del fuego, pues a diferencia de la piel de cordero, la piel de pantera representa a las fuerzas muy activas del elemento fuego.

Podemos apreciar, asimismo, en un lado de esta pintura a un venado con una cornamenta. Este animal está allí para simbolizar al fuego domesticado, convertido en belleza material y espiritual. Igualmente, vemos un árbol representativo de nuestro Real Ser interior profundo.

Bueno resulta añadir que hay comentarios absolutamente alucinantes sobre Leonardo y el joven que, supuestamente, era el modelo para las dos pinturas llamadas Juan el Bautista y Baco. El joven se llamaba Gian Giacomo Caprotti da Oreno, también conocido como Leonardo de Salai, y llegó al estudio de da Vinci, en Milán, convirtiéndose en aprendiz. Por su admirable belleza ha sido sujeto de inspiración para el Gran Maestro. Pero el intelecto perverso de los historiadores llega a suponer cosas como que ha sido el amor oculto de Leonardo, todo lo cual resulta alucinante y totalmente fuera de lugar.

Os añado ahora, para finalizar, unas frases destinadas a la reflexión:

«La tierra entera es el mausoleo de los hombres ilustres».
Pericles

«El aprecio de nuestros contemporáneos es un bien más real que la admiración de la posteridad».
Napoleón

«La carrera de la vida es breve, la de la gloria es eterna».
Cicerón

«Nunca es coronado con la inmortalidad el que teme ir a donde arcanas voces le conducen».
Keats

«Más vale el buen nombre que las muchas riquezas».
Cervantes

GLADIUS DEI.
─‘La espada de Dios’─.
KWEN KHAN KHU

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