Muy apreciados amigos lectores y amigas lectoras:
Tomo una parte de mi tiempo para adentrarnos en la interpretación de esta obra magistral del V.M. Leonardo da Vinci. En este caso trataremos sobre el…
…BAUTISMO DE CRISTO
Las Sagradas Escrituras cristianas hablan abundantemente sobre el bautismo del Kabir de Galilea realizado por ese otro Hombre-Cristo como lo fue y sigue siendo Juan el Bautista…
Ciertamente, bautizar al redentor del mundo no podía ser un trabajo litúrgico realizado por cualquier Maestro, se necesitaba de alguien que tuviese una gran estatura espiritual, y nadie mejor que el mismísimo Bautista, quien sigue establecido en el mundo etérico como regente del mismo y, por tanto, es rector de Paraísos Elementales.
Cuando observamos esta obra trascendental, lo que aparece en la parte superior son las manos del bendito Pantocrátor o Theomegalogos.
De estas manos brota una hermosa paloma blanca con radiaciones ígneas, la cual simboliza al mismísimo Espíritu Santo, el reconciliador de las fuerzas positivas y negativas, activas y pasivas, el SANTO AFIRMAR y el SANTO NEGAR.
Algunos estudiosos de la trayectoria del V.M. Leonardo comentan que esta obra fue llevada a cabo, no solo por Leonardo da Vinci, sino también por otro pintor llamado Andrea del Verrocchio, a quien muchos citan como Maestro de Leonardo. Algunos incluso llegan a decir que, en esta época, Leonardo da Vinci era un simple aprendiz, empero hay quienes opinan que el mismísimo Verrocchio se llevó un disgusto al ver que el aprendiz ─Leonardo─ lo superaba con creces.
Nuestro Patriarca, el V.M. Samael Aun Weor, afirma contundentemente que cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán una paloma blanca revoloteó sobre la cabeza del V.M. Aberamentho, simbolizándose con esto que la gracia del Espíritu Santo quedó formando parte del Gran Kabir durante su terrible pasión iniciática y después de vivirla.
Se puede apreciar fácilmente el Jordán que discurre desde el fondo, y los pies del excelso Aberamentho están introducidos en el mismo.
En la imagen central vemos al inefable CHRESTOS recibiendo de Juan el Bautista las aguas mercuriales. Juan el Bautista utiliza para ello una especie de «platillo» dorado en el cual parece reflejarse una figura que nos hace pensar en el faisán de la Alquimia, muy utilizado en el arte transmutatorio para simbolizar a los cuatro colores del mismo Mercurio. El mismo faisán alegoriza, en simbología gnóstica, a las fuerzas crísticas. Al lado de Jesús de Nazaret vemos dos ángeles que debemos identificar como Miguel y Gabriel, y uno de ellos sostiene las ropas de quien está siendo bautizado. Curiosamente, algunos estudiosos afirman que estos dos ángeles están mirando sendas aves, una que está a la derecha y otra a la izquierda del sacratísimo Aberamentho. Estas dos aves son representativas, junto con la paloma, de las tres fuerzas primarias de la creación.
El bendito Juan el Bautista tiene una cruz en la cual está enrollado como una especie de pergamino con la leyenda ECCE AGNIUS, lo cual ha de traducirse como ‘he aquí el Cordero de Dios’…….
Obsérvese que el entorno de los dos personajes principales: Jesús y el Bautista, es totalmente pétreo, pues la sexualidad es la piedra de tropiezo y roca de escándalo, como ya sabemos.
A la derecha del V.M. Aberamentho vemos una palmera, la cual simboliza en los misterios a la mismísima espina dorsal. A su izquierda se observa un pino, representativo del árbol que alegoriza al SER, a nuestro Kether cabalístico.
Obsérvese aquí abajo a los dos ángeles ─Miguel y Gabriel─ acompañando al V.M. Aberamentho en aquel sacratísimo momento de su bautismo.
Detalle con los ángeles y el paisaje.
Detalle del plato de bautismo.
Hecha esta develación, amigos y amigas, os añado ahora unas frases para ser reflexionadas y meditadas:
«Siempre hay una providencia que nos inspira para aliviar las más apremiantes necesidades de nuestros semejantes».
Goethe
«La providencia gusta de ser tentada. Ese es el secreto del hombre que triunfa».
Bernard Shaw
«Cede a la providencia».
Virgilio
«Cuando falta el favor de Dios, excusadas son las diligencias».
Santa Teresa de Jesús
«Prudencia es saber distinguir las cosas que se pueden desear de las que se deben evitar».
Marco Tulio Cicerón
FACTUM, NON FABULA.
─‘Hechos, no fábulas─.
KWEN KHAN KHU