La Kábala, esa milenaria ciencia que encierra en su vientre las respuestas a muchas de las incógnitas que atormentan al ser humano, es la legítima depositaria de la esencia de eso que llamamos ocultismo nato. No se conocen los orígenes exactos de este místico conocimiento, y la mayoría de los estudiosos afirman, sin temor alguno, que la cuna de este enigmático saber se pierde en la noche de todas las edades.
El Judaísmo, en su parte esotérica, conoce la Kábala como parte de su corpus hermeticum, empero, lamentablemente, en nuestros días son muchos los rabinos que la consideran algo «profano» debido a esa doble moral presente en la religión hebrea.
Sin embargo, afortunadamente para nuestros lectores, el Gnosticismo contemporáneo creado por el místico más exaltado del siglo XX: V.M. Samael Aun Weor, ha sabido mostrar a nuestra sociedad hambrienta de respuestas espirituales, el verdadero rostro de la Kábala ancestral, adecuándola al diario vivir de las gentes de nuestro afligido mundo. Ha sido gracias a la literatura gnóstica samaeliana como el autor del presente tratado ha podido hacer una maravillosa incursión hacia el universo cabalístico, preñado de axiomas cargados de enorme contenido filosófico-místico, que ofrecen una guía inequívoca para todos los peregrinos que ansían integrarse con el reino de la Verdad.
Cada axioma, caro lector, es una cátedra para la Conciencia del devoto, la cual, una vez reflexionado y llevado a la práctica, le permite escrutar los enigmas del camino secreto.
Fulcanelli, el gran Maestro alquimista, ha dicho:
«La Kábala hermética es una verdadera lengua. Y como la gran mayoría de los tratados didácticos de ciencias antiguas están redactados en Kábala, o bien utilizan esa lengua en sus pasajes esenciales, y como el mismo Gran Arte, según la propia confesión de Artefio, es enteramente cabalístico, el lector nada puede captar de él si no posee al menos los primeros elementos del idioma secreto».
Ora pro nobis…..
Kwen Khan Khu
«La literatura hermética, en el estricto sentido de la palabra, está formada por una serie de tratados griegos en los que aparece una Gnosis filosófico-religiosa colocada bajo el patronazgo de Hermes Trismegisto, llamado Hermes, el triplemente muy grande, el tres veces grande. Sus autores atribuyen estos libros al Dios egipcio Thot –identificado con Hermes por los griegos– que, según la tradición, era el escriba de los Dioses y la divinidad de la sabiduría. Además de estos tratados sabios hay gran cantidad de obras de Alquimia, de Magia y de Astrología contemporáneas del Hermetismo filosófico-religioso, atribuidas al prestigioso Hermes».
–Los Gnósticos, Serge Hutin–.