Adriaen Collaert, Avditvs- ‘auzul’

Muy queridos amigos/as:

Prosiguiendo con la descripción de los grabados que nos muestran la importancia material y espiritual de nuestros cinco sentidos, me complazco en haceros llegar ahora esta otra imagen del autor Adriaen Collaert. Se titula…

…AVDITVS ─‘EL OÍDO’─

Adriaen Collaert, Avditvs- ‘el oído’
Adriaen Collaert, Avditvs- ‘el oído’

Para entrar en materia, he de deciros que en esta oportunidad el autor se ha querido referir a la facultad auditiva, nuevamente señalada como una cualidad humana y por ello representada bajo la forma de una hermosa fémina.

Dicha dama está sentada al pie de un árbol tocando un laúd, instrumento musical antiguo que era usado para armonizar las reuniones en lugares sagrados o en festividades principescas. La dama tiene a sus pies otros instrumentos de cuerdas como un violín, otro violín más pequeño, una lira y con su pie derecho toca una piedra cúbica. Tal piedra representa a la Piedra Filosofal tan codiciada por los artistas de la Edad Media así como también por los filósofos esoteristas.

Curioso resulta ver a un lado de la mujer un ciervo o venado, el cual parece disfrutar de la música. Tal venado aparece con sus cuernos que le son propios de su naturaleza. Asimismo, también muy cerca de la dama apreciamos a una lagartija, minúsculo animal que los alquimistas llamaron salamandra y sobre la cual el Adepto Fulcanelli habla profundamente en su obra magna Las moradas filosofales

La presencia de estos animalitos nos hace recordar aquella frase que nos enfatiza que la música apacigua hasta a los animales.Esto nos pone en contacto con el mito de Orfeo, quien con su lira bajó a los infiernos a rescatar a su amada Eurídice y todo peligro lo conjuraba con el uso de su lira. Indudablemente que en este caso la lira aparece asociada con el verbo de oro de los Adeptos autorrealizados, quienes mediante el uso de la lengua sagrada abren todos los portales y apartan todos los peligros que se oponen a su travesía.

Al fondo, a ambos lados de este grabado, observamos dos escenas bíblicas. Una nos muestra a Juan el Bautista en una de sus prédicas, exhortando a las gentes a buscar el reino de los cielos. De rodillas lo están escuchando sus seguidores dándole la importancia que envuelve a las palabras del gran Iniciado. Sin embargo, de pie están los sumos sacerdotes que no aceptaban la doctrina renovadora que Juan enseñaba sobre la venida del V.M. Aberamentho…..

Asimismo, entre esas gentes se hallan los soldados romanos que vigilaban de cerca las acciones del gran Adepto por orden de Poncio Pilatos.

En el otro lado vemos por ello expulsados del paraíso terrenal a Adán y Eva y también recriminados por un Adepto solar.

No olvidemos que cuando la raza humana perdió sus Fuegos Sagrados ciertamente fue expulsada del reino de la Conciencia y se divorció de la lengua sagrada, quedando embotellada en la Torre de Babel en la cual estamos las masas sociales de nuestros días.

Detrás de la pareja edénica podemos observar los dos árboles: el árbol de la ciencia del bien y del mal ─la sexualidad─ y el árbol de la vida ─el Ser─.

En la parte inferior de esta obra artística aparecen algunas frases escritas en latín y las cuales son las siguientes:

«Avdibus erectis avditv cervus acuto.Naturae munus convenienter habet. Divinis homo sic modulis accommodet aures.Ut recreet verbis mentem animumque sacris».

Traducción:

‘El venado con las orejas rectas, con el oído agudo, tiene convenientemente un don de la naturaleza. El hombre, así arregle las orejas a los ritmos divinos, para reanimar con las palabras sagradas la mente y el alma’.

Esta frase antes desvelada nos invita a SABER ESCUCHAR, algo muy imprescindible para vivir el Camino Secreto. Aprendiendo a morir psicológicamente vamos escuchando las palabras divinales del SER y de la Conciencia, todo lo cual redundará en beneficios para nuestra mente y para nuestra alma. Así es como iremos adquiriendo el don de la lengua sagrada.

Os dejo unas frases para vuestra reflexión:

«Cuando todo lo que tenemos de moral esté revestido de inmortalidad, sentiremos mejor la dignidad de nuestra alma y la eminencia de sus cualidades; sabremos entonces lo que es un espíritu».
Rubén Darío

«El corazón y el espíritu son los dos platillos de una balanza. Sumid el espíritu en el estudio y vuestro corazón se elevará al cielo».
Victor Hugo

«Si las puertas de la percepción fuesen limpiadas todo se vería como es: infinito».
Blake

«¿Quién puede envanecerse con los elogios que recibe cuando Homero cantó a las ranas y a los ratones, Virgilio al moscardón, Glauco a la injusticia, Favorino a las cuartanas y Luciano al asno?».
Erasmo

«Existe algo más próximo a nosotros que la escritura, a saber: el Verbo del corazón del cual proceden todas las escrituras».
William Penn

¡DEUS VULT!
─‘Dios así lo quiere’─.

KWEN KHAN KHU

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