Muy queridos lectores y lectoras:
Me resulta muy grato haceros llegar este grabado que lleva por título…
…EL PODER DE LA VERDAD
Ya os he dicho en otros mensajes y poemas que la verdad es el mismo SER. Es obvio que, siendo el SER INMUTABLE Y OMNISCIENTE, tiene un poder inimaginable. Tal es el poder de la verdad…
La imagen de la verdad se nos muestra semidesnuda para indicarnos que ella es impactante, cruda y veraz.
Ella, la verdad, sostiene en su mano derecha una balanza que nos indica que es equidad, ecuanimidad, equilibrio y sus juicios son frutos de la luz o iluminación simbolizada en la vela que le sirve de mango a la misma balanza.
En su otra mano, la Diosa de la Verdad lleva un enorme libro en el que se lee en latín «ego sum via, veritas et vita». Traducción: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida’ ─Juan, cap. 14─.Ciertamente, ella, la verdad, es el fondo mismo de nuestro propio SER.
El libro que ella sostiene con su mano izquierda tiene una especie de siete escapularios o sellos. Estos son los siete sellos apocalípticos que debemos abrir en nuestra anatomía oculta. Recordemos que el famoso Apocalipsis tiene dos interpretaciones: una exterior y otra interior. La exterior se refiere a las siete grandes calamidades que azotarán a nuestra raza en medio de un espeluznante armagedón.La interior ha de consumarse dentro de nosotros con la muerte del Ego animal y su madre, la Bestia, cuyo número es 666.Obviamente, este trabajo, como sabemos, es para unos pocos, pues no todo el mundo quiere arriesgarse a tomar la Vía Directa alquímica…
Es importante observar que la Diosa de la Verdad tiene su pie izquierdo apoyado sobre un globo, dentro del cual se halla un rey que empuña una espada, una mujer que sostiene un niño en sus brazos y un hombre que es pateado por el rey. ¿Qué es todo esto? RESPUESTA: El rey coronado representa a la estirpe de los Iniciados, el niño coronado es el Cristo íntimo de cada persona y la mujer que lo sostiene es la Divina Madre particular de cada uno de nos. El hombre que aparece pateado en el piso y que con una de sus manos agarra una ánfora y a su lado se ve una copa derramada, simboliza a la humanidad fornicaria, la humanidad fracasada, aquellos y aquellas que no aman la verdad ─léase: el SER─.
Como podemos ver, la verdad se abre paso en medio de todos los bandos, los bandos de la luz y los bandos de las tinieblas. Es por ello que al fondo, a la izquierda de la verdad, vemos a la humanidad que resucita de entre los muertos.Esa es la humanidad que ha despertado Conciencia y abandona sus tumbas egoicas para reconocer al Mesías, al Cristo Cósmico.El Cristo Cósmico está sentado sobre un arcoíris, símbolo de la alianza entre Dios y los hombres. Los ángeles hacen sonar sus trompetas aludiendo a los enviados, Avataras, etc., etc., que precedieron al Señor de Perfecciones. Esas serán las almas que encontrarán su propia redención, su propia salvación.
A la derecha de la imagen de la verdad, en cambio, vemos a los ángeles combatiendo a las almas perdidas, convertidas en demonios y siendo arrojadas a las llamas de los infiernos atómicos de la naturaleza. Ese es el destino de todos aquellos y aquellas que no quieren trabajar sobre sí mismos y que, habiéndose olvidado del SER, no les queda otro camino que el tártarus de los griegos, avernus de los romanos o avitchi de los indostanos…..
Al pie de este maravilloso grabado hallamos unas frases en latín que a continuación os expongo:
«Sed mala vina, malus rex est, mala foemina tandemque intereunt, solique manet victoria vero. Proditur illius fallacia lumine: duratque aeternum, iusta compensans omnia lance, quis verum non suspiret, cui caelica plaudunt agmina, et immensi gratatur machina mundi».
Traducción:‘Pero [son] malos vinos, es un mal rey [y es] una mala mujer, y por fin se pierden, y la victoria está destinada tan solo a la verdad. Su engaño es descubierto por la luz y dura para siempre. Pero compensa con una lanza todas las cosas justas alguien que no gemirá, al cual alaban las huestes celestes [por lo cual] se regocija la maquinaria del inmenso universo’.
Las palabras anteriores nos advierten de no beber del vino del engaño, de la mentira, seamos hombres o mujeres, pues al final seremos condenados a la perdición. La victoria siempre estará destinada a la verdad. Empero, nos guste o no, la lanza del Eterno compensará todas las cosas, pues las huestes celestiales alaban al Eterno y esto produce el regocijo de la maquinaria de este inmenso universo. Asimismo, queridos/as amigos/as, podemos apreciar dentro de las llamas de la vela encendida que tiene la mujer representativa de la verdad unas palabras escritas en arameo y que, traducidas, nos dicen YESHUA.
Indudablemente que YESHUA es una palabra que nos recuerda al Cristo íntimo, al Cristo Cósmico y al V.M. Aberamentho. Sin duda, esto significa que solo el Cristo es la LUZ DEL MUNDO, la verdad en sí misma.
Permitidme ahora entregaros unas frases oportunas para ser reflexionadas:
«La verdad es como las tempestades, cuando llega causa estragos».
Samael Aun Weor
«La verdad de los niños es angelical, la de los viejos es divina».
Carmen Silva
«Nadie afronta las verdades desagradables hasta que no está en condiciones de superarlas».
Bernard Shaw
«El hombre no vive de pan sino de verdad».
Eurípides
«La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad».
Bacon
ESSE QUAM VIDERI
─‘Ser antes que parecer’─.
KWEN KHAN KHU