El candelabro secreto, Perspectiva sobre la magia

Bienamados amigos y amigas:

Con gran gusto os hago llegar la descripción de este otro hermoso grabado que lleva por título…

…EL CANDELABRO SECRETO

Ante todo es necesario que sepáis que este grabado forma parte del mismo libro que fue llamado Perspectiva sobre la magia, escrito por Karl Von Eckartshausen, quien vivió entre los años 1752 y1803. El tomo que contiene este grabado se editó por primera vez en 1792.

El grabado está mostrado dos veces porque en el mismo se han colocado unas variantes interesantes. En el primero de ellos observamos un enorme candelabro mostrado al Adepto por un ángel que lo está instruyendo. Tal candelabro está flanqueado por dos enormes ramas de olivo, y ello nos recuerda a los dos testigos que están, según las Sagradas Escrituras, delante del trono de Jehová y vomitan aceite hirviendo. Tales olivos hacen referencia a los canales Idá y Pingalá que discurren a ambos lados de nuestra espina dorsal llevando, justamente, nuestro Mercurio Azufrado hacia nuestro cerebro y, en general, hacia nuestra anatomía secreta.

El candelabro secreto, Perspectiva sobre la magia
Dos ángeles muestran un panel en el que se nos señala el candelabro

Gnósticamente hablando, sabemos que el candelabro simboliza nuestra espina dorsal con sus diferentes nadis o canales que le permiten conducir nuestra tintura mercurial hacia donde ya lo hemos indicado anteriormente.

El candelabro tiene los siete fuegos encendidos y el ángel instructor está instruyendo al Adepto sobre el avance de su trabajo en el arte transmutatorio.Esos fuegos son producto de los incesantes trabajos que nuestra Divina Madre ─Stella Maris─ realiza sobre nosotros cuando trabajamos en el laboratorium oratorium de nuestro cuerpo material o cuerpo físico. Semejante operación habrá de repetirse en los otros vehículos atómicos de nuestra fisonomía oculta.

El candelabro está posado sobre cuatro pequeños ángeles ─solo dos de ellos visibles porque los otros dos están en la parte de atrás del mismo─. Estos cuatro angelitos representan los cuatro elementos básicamente necesarios para llevar a cabo la GRAN OBRA INTERIOR ─léase: agua, fuego, aire y tierra─.

Es muy lamentable que la religión hebraica, en nuestros días, desconozca estos misterios que forman parte de la tradición del antiguo testamento. Ello se debe a la ceguera de sus guías, tal y como sucede, igualmente, con los ciegos guías de ciegos de otras religiones de nuestro mundo. La Biblia fue escrita en clave para ser comprendida por aquellos que conocen el lenguaje secreto de la simbología metafísica.

En la parte superior del candelabro hay una especie de dos pequeños tubos cortos que alegorizan la síntesis de los dos canales a los que antes nos referimos con los nombres sánscritos Idá y Pingalá.

En el segundo grabado, nuevamente dos ángeles muestran un panel en el que se nos señala el candelabro, llevando en sus brazos unas lámparas de las que sobresalen unas mechas que no están encendidas. En esa misma imagen ahora se nos indica en el centro del candelabro, de nuevo, a las dos ramas de olivo, y entre ellas un recipiente circular contenedor de agua. Este recipiente circular no es otro que el yoni femenino, pues la obra interior es obra de dos personas: el hombre y la mujer. Por esta misma razón, para que bien lo entendamos, un anciano que hace las veces de maestro instructor exhibe una vez más ese recipiente circular.

La tarea que tenemos por delante consiste, ciertamente, en encender nuestro candelero, como bien nos lo dice la Gnosis, para que podamos entrar en el reino de la luz. Las gentes frías, lunares, desconocedoras de estas indicaciones, se quedarán siempre en las especulaciones filosóficas o encerradas en los dogmas pétreos de las religiones fracasadas. Es aquí donde debemos resolver nuestra encrucijada que nos habla de «SER o NO SER, he ahí la cuestión», como bien lo enfatizara el insigne Shakespeare

Os hago llegar unas frases que merecen ser reflexionadas:

«Es indudable que la verdadera devoción es la fuente de la tranquilidad».
La Bruyére

«A la justa petición siempre favorece el cielo».
Cervantes

«La mayor piedad es la más secreta».
Sterne

BARBAM ET PALLIUM, PHILOSOPHUM NONDUM VIDEO.
─‘Veo una barba y una capa, mas no veo todavía un filósofo’─.

KWEN KHAN KHU

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